Decía en mi anterior Nota que “Ya no hay vuelta atrás, ni nada que pensar, la salida es inmediata y la llegada a puerto de destino fechada”, y me equivoqué, no en la voluntad y decisión de partir ya y de respetar la fecha de llegada, pero sí en que no había más que pensar, pues tan importante es la travesía como su preparación y planificación, y a veces en poco tiempo cambian las circunstancias y las previsiones, siendo más fácil desde la tranquilidad, que da el suelo firme, reajustar rumbo, ruta y puertos de abastecimiento.

Teníamos previsto una parada para realizar el análisis DAFO que se mantiene e inmediatamente queríamos en mismo puerto realizar el análisis asociativo de los aspectos internos y externos, junto a los negativos y positivos de nuestro posicionamiento territorial y realización de propuestas y proyectos, pero por las fechas en que nos encontramos, parece prudente pasar las navidades en casa a buen resguardo y después volver a zarpar haciendo nueva escala en el mes de enero del próximo año, tomándonos todo el tiempo que sea preciso por la importancia de la faena a realizar, que además será el punto de partida para la última escala de este Proyecto fechada a mediados de febrero de 2019.

Antes de iniciar el mes de marzo del próximo año, estaremos en puerto, con la faena hecha y esperando que la bodega y demás compartimentos del barco estén repletos con una buena pesquera que nos permita acometer una nueva singladura para un futuro mejor, con el armador, capitán y tripulación que corresponda, fruto de la voluntad de nuestro pueblo.

Disculpar los cambios, pero la importancia del viaje lo merece, pues tan importante debe ser la travesía participada y comprometida de todos los actores, como los resultados de la misma, ya que esta apuesta de futuro debe ser de todos y todas y sobre todo, para todas y todos.